Una de las «buenas nuevas» que promete lo último de Microsoft es una caché de escritura, pero que viene desactivada por defecto. Con esta opción activa, notaremos un incremento en el rendimiento de los discos, de modo que acciones como la copia de archivos son, en teoría, más rápidas.
Para activar dicha caché, debemos ir al administrador de dispositivos de Windows. Pulsamos la combinación de teclas Windows + R para abrir el cuadro Ejecutar y escribimos devmgmt.msc.
Después, vamos al apartado Discos Duros y nos posicionamos sobre el que vamos a incrementar el rendimiento. Seleccionamos Propiedades desde el menú secundario del ratón y nos posicionamos sobre la pestaña Directiva. Finalmente, desde aquí, activamos las opciones correspondientes a Habilitar rendimiento avanzado.
Podremos repetir el proceso en todos los discos que tengamos instalados. De hecho, también se puede llevar a cabo con los USB. Para ello, repetimos los pasos de manera idéntica al disco duro interno y habilitamos la opción Optimizado para rendimiento.
Para activar dicha caché, debemos ir al administrador de dispositivos de Windows. Pulsamos la combinación de teclas Windows + R para abrir el cuadro Ejecutar y escribimos devmgmt.msc.
Después, vamos al apartado Discos Duros y nos posicionamos sobre el que vamos a incrementar el rendimiento. Seleccionamos Propiedades desde el menú secundario del ratón y nos posicionamos sobre la pestaña Directiva. Finalmente, desde aquí, activamos las opciones correspondientes a Habilitar rendimiento avanzado.
Podremos repetir el proceso en todos los discos que tengamos instalados. De hecho, también se puede llevar a cabo con los USB. Para ello, repetimos los pasos de manera idéntica al disco duro interno y habilitamos la opción Optimizado para rendimiento.
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